Como Adventistas del Séptimo Día sostenemos que el ser humano posee la libre elección otorgada por Dios sobre todo tipo de decisiones. Si bien creemos que Dios es un Dios que actúa en la historia, creemos que lo hace de tal manera que no obstruye nuestra libre elección. Contrariamente a quienes presentan que Dios establece un grupo de personas para salvación y otro para perdición, aceptamos que en principio Dios estableció un solo destino: la salvación (2 Tes. 2:13)
pero el tal no es irresistible; es decir, uno tiene la posibilidad de resistir a la gracia salvífica de Dios y optar por otro camino demostrándolo con los actos.
En este marco, surge un interrogante de acuerdo a un hecho que figura en Éxodo 14, en el momento que el pueblo de Israel cruza el Mar Rojo y los egipcios son vencidos:
Éxodo 14:1-4 dice: “El Eterno dijo a Moisés: Di a los israelitas que den vuelta y acampen frente a Pihairot, entre Migdol y el mar, junto al mar, frente a Baal Zefón. Porque Faraón dirá que los israelitas andan errantes, encerrados en el desierto. Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y manifestaré mi gloria en Faraón y en todo su ejército. Y sabrán los egipcios que Yo Soy el Eterno". Y ellos lo hicieron así.”
Es menester destacar que la frase resaltada figura otras dos veces más en el mismo capítulo a tratar (Vers 8 y 17) y también se hace presente en la plaga de la úlceras enviada por Dios (Éxodo 9:12), en la plaga de las langostas (Éxodo 10:20), en la plaga de las tinieblas (Éxodo 10:27) y por último en la plaga de la muerte de los primogénitos (Éxodo 11:10).
A simple vista parece ser Dios quien lleva al Faraón a tomar ciertas decisiones las cuales finalmente desembocarán en la muerte tanto de él como de su ejército. En el presente blog trabajaré sobre este problema, presentando qué dicen ciertos autores renombrados sobre este asunto, analizando en los originales para tener una correcta traducción de los escritos y visualizar si así existe algunos matices que nos guiarán a una correcta interpretación del texto en cuestión. Para ello es indispensable estudiar qué dijo el autor, qué quiso decir con lo que dijo y por último qué me quiere decir Dios a partir de esta experiencia en su Palabra.
Bueno, es un interrogante que me ha surgido cuando leí el texto...sería interesante saber cómo es exactamente ese "endureceré el corazón" del que habla la Biblia.
ResponderEliminarEsta muy interesante este tema de investigación. “El principio del amor es la libertad, y Dios nos ama tanto que nos dio libre albedrio. Lamentablemente el ser humano desaprovecha esa oportunidad de que con la libertad que Dios le da elija ponerlo a él en primer lugar en su vida”
ResponderEliminarDios te bendiga en tu trabajo Sergio.